Supe del Parque Tantauco por primera vez el año 2008, pero lo único que sabía en ese entonces era que en el extremo sur de Isla Grande de Chiloé había una nueva gran aérea natural protegida y que contaba con muy buenos senderos para hacer trekking.

Para mí Chiloé siempre ha sido un lugar muy cercano, familiarmente desde chico mis papás lo ponían en la ruta como un destino diferente y con una identidad única, por lo mismo, me producía aún más curiosidad conocer esta parte de la isla que en el mapa se veía como una extensa selva verde y que no conocía.

Bosque Siempre verde, Sendero Quilanlar. © Amelia Ortúzar
Bosque Siempre verde, Sendero Quilanlar. © Amelia Ortúzar

El verano del 2010, en busca de nuevas rutas de trekking en plena naturaleza, con un grupo de amigos partimos a conocer el sur del Parque Tantauco. Lo primero que hay que saber si quieres ir a Tantauco, es que puedes llegar por sus dos extremos (Entrada Norte: Yaldad –Chaiguata y Entrada Sur: Inío).

En ese entonces el destino era conocer Caleta Inío, dónde puedes llegar por el mar desde la ciudad de Quellón (en el verano salen lanchas municipales que valen $1.000) o desde una avioneta saliendo desde Castro y que cuenta con dos posibilidades: por el día, para dos personas, almuerzo y guía: $280.000 pp o por 3 días y dos noches con alojamiento, desayuno y entrada al parque por $373.000 por persona.

Después de estar 4 días en Inío, destaco el espectacular trekking por el bosque siempre verde llamado “Quilanlar”, la caminata hacia al faro y los diferentes miradores. En ese viaje me fui con una grata impresión de algo que se ve en muy pocas partes de Chile: el excelente nivel de infraestructura en senderos, camping, refugios, equipamiento y pasarelas, temas que son muy importantes y donde Tantauco es un referente para todo el país. Son en estos detalles donde uno ve la diferencia, no por nada contactaron al renombrado arquitecto local Edward Rojas, que fue el encargado de rescatar los valores tradicionales de la cultura chilota y plasmarlo en una arquitectura sencilla pero perfecta para perderse por los paisajes con armonía.

Ese febrero dejé Tantauco contento, feliz. Se habían cumplido todas mis expectativas sobre un paseo que tuviera buenos trekking y con un contacto real con la naturaleza. El sentimiento que tenía era que habían “pendientes”, que tenía que volver a conocer el norte del parque, su gran sendero transversal y la llegada al pacífico en Caleta Zorra. Quedaba pendiente saber más de su historia y recorrer aún más como bien dice su slogan “el lado salvaje de Chiloé”.

Inío. © Amelia Ortúzar
Inío. © Amelia Ortúzar

2016

6 años después, gratamente recibí la invitación por parte del Parque Tantauco, a que junto a los equipos de TVN, revista Caras y Parques Nacionales, fuéramos a conocer el parque. Felizmente respondimos que como Ladera Sur no podíamos no participar, sobre todo sabiendo que este año el parque había cumplido 10 años, habían recibido más de 20.000 visitantes y habían sido reconocidos como uno de los 35 lugares más importantes de biodiversidad sobre la Tierra.

Porque es así, si no lo saben, Tantauco cumplió 10 años como un proyecto que tiene como objetivo crear un área protegida para conservar y proteger los ecosistemas y especies que se encuentran en estado vulnerable.

En sus 118.000 hectáreas se pueden encontrar impresionantes turberas que datan de la última glaciación, grandes lagos y ríos, milenarios cipresales y sus característicos bosques siempreverdes, junto con la singular fauna como el pudú, zorro chilote y la ranita de Darwin.

Y lo mejor es que todo esto está al alcance de quienes quieran conocerlo –de forma respetuosa y consciente– ya que cuenta con 130 km de senderos con puentes y miradores que permiten disfrutar la gran variedad de paisajes que ofrece. Hay 3 refugios, 3 torres de observación y 2 camping.

Zorro de Darwin © Alan Bannister
Zorro de Darwin © Alan Bannister

Una bienvenida muy acogedora

Nuestro viaje comenzó en la ciudad de Castro con sus inconfundibles palafitos, donde visitamos el restaurant Mar y Canela que se especializa en la gastronomía sustentable con productos locales. Nos llevamos una grata sorpresa cuando nos trajeron el plato principal: un ceviche de navajuelas con espinaca de corte y salicornias, acompañado de un rico pisco sour de melisa con miel de ulmo. El restaurant era muy bonito y de primera calidad, así que comenzamos esta travesía por Chiloé con toda la energía necesaria para continuar nuestro viaje hasta el Parque Tantauco.

Esta vez tendríamos la oportunidad de conocer la zona norte iniciando el viaje en el sector del lago Yaldad con un pequeño circuito que nos permitió conocer al “Mañío del Abuelo”, un árbol con al menos 500 años de edad que cuenta con una pasarela especial que lo rodea para poder apreciarlo mejor.

Mañío del Abuelo. © Martín del Río
Mañío del Abuelo. © Martín del Río

El sector de Yaldad, por su cercanía a la Ruta 5 Sur (a 18 km) es ideal para hacer paseos por el día desde Castro o Quellón y cuenta con dos senderos cortos para recorrer donde, si se tiene suerte, se pueden ver especies como el carpintero negro, la güiña o el pudú.

Continuamos nuestro viaje hasta el lago Chaiguata, a 20 km de Yaldad, donde nos alojamos en unos domos que incluso incluían calefacción. Este alojamiento es muy recomendable para familias con hijos chicos que quieran un lugar más cómodo; es perfecto.

Chaiguata cuenta con un “caserón” techado con un fogón afuera que funciona como restaurante en el verano, su comida es de primera calidad, muy recomendable. También en el sector existe el “Quelcun”, “gran techo” y fogón para los campistas. Estos lugares, al igual que en Inío donde existe uno, son muy buenos lugares ya que son cómodos, y si el tiempo no te acompaña, son perfectos para protegerte de la lluvia y el frío.

Quelcún. © Martín del Río
Quelcún. © Martín del Río

Los camping cuentan con una mesa individual techada para el sitio y lo mejor es que cada terreno tiene aserrín en el suelo, lo que absorbe bien la lluvia y a la vez hace de colchón natural para poner las carpas (como les decía, en Tantauco se preocupan de los detalles). También así son los baños comunitarios, buenas duchas con agua caliente y separados por sexo. ¿Lo mejor? En Chaiguata cuentan con 2 “hot tub” que recomendamos para finalizar el día y descansar. ¡Tienen una gran vista!

Uno de los hot tub del sector de Chaiguata. © Martín del Río
Uno de los hot tub del sector de Chaiguata. © Martín del Río

Kayak, senderos y la naturaleza

En el lago Chaiguata, tuvimos la oportunidad de realizar un paseo de 1 hora en kayak que nos llevó hasta otra orilla para comenzar un trekking de 3 horas (aprox. 12 km) que nos internó en el renoval del bosque de Cipreses de la Guaiteca, un árbol que puede vivir más de 800 años y que se ha transformado en una especie de emblema del parque. Hace poco más de 70 años los árboles nativos de este sector fueron consumidos por una serie de incendios forestales en la zona y hoy de a poco están recuperándose. Queda en evidencia el paso de la historia al ver miles de troncos de Cipreses aún parados. Es una demostración de lo noble y duradera que es la madera de este árbol nativo. Este trekking se puede hacer por el día o bien es el primer trayecto para ir a Caleta Zorra o hacer El Tranversal. Uno de sus máximos puntos es la llegada al Lago Chaiguaco.

Lago Chaiguaco. © Alan Bannister
Lago Chaiguaco. © Alan Bannister

Chaiguata cuenta con otros circuitos que se pueden hacer en 1 a 2 horas. Recomendamos de todas maneras el circuito llamado “Sendero Bosque Hundido” que nos internó en el bosque siempreverde. Aquí llamaba la atención la pasarela de 300 metros que nos internaba cada vez más en la naturaleza y que se trata de la única pasarela de Chile hecha totalmente de maderas recicladas de los Ciprés de Guaiteca quemados por los incendios. Aquí resaltamos el árbol nativo Tepú, se ven grandes representantes de esta especie.

Sendero Bosque Hundido, Chaiguata. © Martín del Río
Sendero Bosque Hundido, Chaiguata. © Martín del Río

Se acerca la partida

El viaje ya estaba llegando a su fin. Volvimos a almorzar y regresamos a Castro donde conocimos el hotel Centro de Ocio que se emplaza en un terreno de 20 hectáreas y se acoge a las normas de un turismo sustentable. El lugar cuenta con senderos de bosque nativo que nos permitieron conectarnos aún más con la naturaleza.

Y así dábamos por finalizada esta experiencia recorriendo el Parque Tantauco en la isla de Chiloé donde no sólo pudimos desconectarnos de nuestras ajetreadas vidas en Santiago y sentir esa tranquilidad que ofrece la naturaleza, sino que además pudimos ver los enormes esfuerzos de conservación que están realizando en el parque donde uno siente que puede volver a ese Chiloé salvaje que tanto maravilló al naturalista inglés, Charles Darwin, cuando visitó la zona en 1834.

Nos vamos muy agradecidos de la oportunidad de conocer este bonito lugar de Chile. Para los amantes del trekking hay de todo, largos, cortos, de baja, alta y media dificultad. Esperamos volver pronto! Mi pendiente: conocí el sur y el norte de Tantauco, me falta el gran el trekking del parque: ¡El Transversal!

© Amelia Órtuzar
© Amelia Ortúzar

Mis recomendaciones finales:

Sendero Transveral y Caleta Zorra

Yaldad, Chaiguata y Quilanlar

Yaldad y Chaiguata

Información extra acerca de los trekking y valores de camping en el Parque Tantauco:

Senderos cortos/ de baja dificultad

Zona norte

Río Yaldad 2,7 km/ 1,5 a 3 hr

Siempreverde 0,5 km/ 0,5 a 1 hr

Los Pirres 5km/ 2 a 3 hr

Bosque Hundido 2 km/ 1 a 2 hr

 

Zona sur (Inío)

Altos de Inío 6km/ 3 a 4 hr

Punta Rocosa 5km/2 a 3 hr

 

Senderos medios/ de baja dificultad

Día 1 Chaiguata-Chaiguaco 7,5km

Día 2 Chaiguaco-Chaiguata 8,3km

 

Senderos largos/de alta dificultad

Sendero Transversal: 5 días. Comienza en sector Chaiguata, finaliza en el camping Inío.

Sendero Caleta Zorra: 4 días desde el sector de Laguna Pirámide.

Sendero Quilanlar-Chonos: 2 días. Comienza en Caleta Inío.

 

Valores Camping:

Valor sitio 1 a 4 personas en Chaiguata e Inío: Temporada alta $15.000, temporada baja $10.000

Domo Matrimonial Chaiguata: Temporada alta $84.000, temporada baja $60.000

Domo Familia Chaiguata (6 personas): Temporada alta $90.000, temporada baja $52.000

Domo Grupal Chaiguata (8 personas): Temporada alta $98.000, temporada baja $52.000

 

Casa de huéspedes Inío pieza doble baño privado: TA $70.000, TB $50.000

Casa de huéspedes Inío pieza doble baño compartido: TA $60.000, TB $40.000

*Ambas incluyen desayuno

 

Refugios Chaiguaco-Quinlar

Refugio sendero: TA $15.000,  TB $12.000

Camping Chaiguaco (sitio, 2 personas máx.): $12.000

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