©Cécile Taliercio y Rodrigo Raiman
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Ubicado a 80 kilómetros de Santiago, en el camino principal de la ruta g-25, es un paso obligado para quienes acceden a la zona del Cajón del Maipo. Los característicos álamos y el gran silo, son visibles a la distancia desde lo alto de la ruta. Después de pasar tantas veces por la zona, decidimos bajar y ver qué había en este misterioso pueblo perdido entre las montañas.

©Cécile Taliercio y Rodrigo Raiman
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Bordeado por el río el Volcán, este pueblo presenta climas extremos durante todo el año; frío y nieve durante el invierno y mucho calor en el verano. Surgió como campamento de trabajadores y sus familias, por el auge de la minería a principios de siglo XIX, en una zona en la que se extraía el cobre y el yeso.  En este lugar llegaron a vivir más de mil personas, contaban con escuelas, cine y un hotel, pero producto de un terremoto en el año 58 que afectó a la zona y las malas condiciones en que quedó la infraestructura del pueblo, los trabajadores y sus familias emigraron a la ciudad.

©Cécile Taliercio y Rodrigo Raiman
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Cuando caminas por sus calles se observa la nostalgia del pasado, de lo que fue. Hoy en día viven no más de 100 personas en este lugar que aún conserva sus antiguas construcciones, muchas de ellas en ruinas, rodeadas por el manto verde de la naturaleza que absorbe los vestigios de este asentamiento humano.

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