Valdivia, 7.30 de la mañana. Erwin Martínez,  fundador de la empresa de turismo Alerce Outdoor, llegaba a buscarnos para tomar el ferry de las 8.00 am que nos cruzaría desde Niebla hasta Corral. Nuestro destino era la Reserva Costera Valdiviana, un área privada protegida de 50.000 hectáreas perteneciente a la ONG The Nature Conservancy, que protege una biodiversidad única. Aquí habitan especies como el huillín, el carpintero magallánico o el pudú, uno de los tres ciervos más pequeños del mundo en peligro de extinción, además de magníficos ejemplares del mundo vegetal como milenarios alerces y bosques de olivillo costero, un ecosistema de gran riqueza de especies, muy fragmentado y escasamente representado en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas;  puede encontrarse únicamente en unidades como el Parque Nacional Fray Jorge o el Parque Nacional Chiloé.

©Romina Bevilacqua
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En el trayecto sobre la barcaza, que no toma más de 25 a 30 minutos, conversamos con Erwin sobre cómo en 2012 fundó Alerce Outdoor con la convicción de posicionar a Valdivia, su ciudad natal, y a la región de Los Ríos, como un núcleo de actividades al aire libre que permitieran conocer sus privilegiados entornos. La visita a la reserva y su bosque valdiviano, sería una de las primeras excursiones que ofrecería.

Al desembarcar, continuamos nuestro camino hasta la reserva, ubicada a 40 km al sur-oeste de Valdivia, por la ruta que conecta Corral con Chaihuín, una pequeña caleta con cerca de 200 habitantes, que desarrollan actividades como la pesca, buceo, extracción de mariscos, y en los últimos años, también el turismo.

©Romina Bevilacqua
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Allí, en la puerta de entrada, nos esperaba José Antillanca, de la Agrupación de Guías Locales de Chaihuín, quien sería nuestro guía. Nuestro objetivo era conocer la mayor parte de los atractivos que esta área protegida tiene para ofrecer y nuestra primera actividad sería recorrer el sendero Los Alerces, una ruta de 3 km –que sólo puede realizarse en compañía de un guía– que se interna en el bosque entre coigües, arrayanes, lumas y mañíos.

©Romina Bevilacqua
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En el trayecto José Antillanca, un verdadero apasionado por la naturaleza, nos invitaba a sentir las texturas y olores de diversas especies; nos contaba cómo el romerillo o fuinque se utilizaba para lavar heridas, o cómo el picaflor utiliza la pelusa que crece en el ampe –un helecho característico de la selva valdiviana– para realizar sus nidos; y nos relataba la historia de estos terrenos que en otro tiempo fueron explotados por forestales diezmando las poblaciones de alerces, hoy declarados Monumento Nacional.

©Romina Bevilacqua
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Acompañados del sonido de chucaos, hued hued y anfibios, fuimos aprendiendo de las diversas especies que nos rodeaban y al llegar al final del sendero, nos esperaba un gigantesco alerce de alrededor de 2.500 años, una verdadera “joyita” de cerca de 50 metros de alto y casi 4 metros de diámetro.

©Romina Bevilacqua
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Sendero Lagunas Gemelas

Nuestro siguiente destino sería el sector de Colún, donde conoceríamos esta playa de 9 km de extensión y las llamadas lagunas gemelas, unos cuerpos de agua de no más de 1 km de largo escondidos tras las dunas.

Vista desde el Mirador Colún ©Romina Bevilacqua
Vista desde el Mirador Colún ©Romina Bevilacqua

Después de avanzar por el camino de autos, un recorrido con sectores en muy mal estado  sólo apto para vehículos 4×4, llegamos al punto donde comenzaríamos la caminata que nos llevaría primero hacia el mirador Colún. Se trataba de un pequeño sendero rodeado de bosques de olivillo costero, ulmos, helechos y otras especies del bosque templado siempre-verde que permite llegar hasta un mirador de madera construido alrededor de un imponente árbol de meli (Amomyrthus meli) con vista a una de las lagunas gemelas.

©Romina Bevilacqua
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Nuestra caminata continuó en dirección a la playa Colún y sus dunas homónimas. Era impresionante ver el contraste del bosque nativo que terminaba abruptamente en la costa y cómo las dunas de a poco iban ganando terreno a los olivillos y bosque nativo.

©Romina Bevilacqua
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De pronto Erwin y José se desviaron del camino y nos invitaron a subir una de las dunas, un gigante de más de 20 metros. Al llegar a la cima, frente a nosotros podíamos ver una de las lagunas gemelas ofreciéndonos un espectáculo natural que, a mi gusto, no se parece a nada de lo que hasta ahora había visto en Chile recorriendo este extenso territorio.

©Romina Bevilacqua
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Era una tarde ventosa y ya se hacía tarde, así que desistimos de visitar el último atractivo que nos quedaba por ver: un importante sitio arqueológico llamado “Cueva de las Vulvas” donde pueden encontrarse dibujos sobre piedra y vestigios de antiguos habitantes indígenas que moraban esta zona. Sin embargo, a nuestro regreso en las dunas encontramos también pequeños trozos de cerámica, presumiblemente de vajillas u otros recipientes utilizados por los antiguos habitantes de la cuenca del río Valdivia.

©Romina Bevilacqua
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Con este hallazgo cerrábamos un día de trekking conociendo uno de los secretos mejor guardados de Valdivia, al que pese a su gran atractivo, sólo visitan unos pocos turistas. Un lugar que sin duda recomiendo visitar si se viaja a la región de Los Ríos.

©Romina Bevilacqua
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En la página de Alerce Outdoor podrás encontrar las diversas excursiones que ofrecen al interior de la Reserva Costera Valdiviana, donde podrás elegir entre realizar el sendero Los Alerces y visitar las lagunas gemelas.

Para contactar a José Antillanca, guía local, puedes escribirle a antillancajose@gmail.com

Bonus: Sendero Los Colmillos de Chaihuín

©Romina Bevilacqua
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Muy cerca de la administración de la Reserva Costera Valdiviana, también está la opción de recorrer el sendero Los Colmillos de Chaihuín, un trayecto auto-guiado de pasarelas de madera de accesibilidad universal. Éste es administrado por las comunidades locales y ofrece vistas a la playa y los llamados Colmillos de Chaihuín, dos imponentes rocas que emergen desde el océano. El sendero de 2 km cuenta con diversos puntos de exploración sensorial y letreros informativos en braille.

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Flor de la estrella (Anemone hepaticifolia) ©Romina Bevilacqua
Flor de la estrella (Anemone hepaticifolia) ©Romina Bevilacqua
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Flor del Notro © Romina Bevilacqua
Flor del Notro © Romina Bevilacqua
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