El objetivo de esta expedición a vela de una semana era recorrer la zona de Chiloé continental y estrechar vínculos con las comunidades locales, para impulsar el turismo sustentable en uno de los territorios más desconectados y salvajes del país.

Navegamos por las frías aguas del fiordo Comau, también llamado Leptepu, en Chiloé continental que comienza en el golfo de Ancud donde desembocan los ríos Vodudahue y Leptepu y termina en caleta Leptepu por el sur. Este fiordo está flanqueado por altas montañas y escarpadas riberas.

©Tomás Gárate
©Tomás Gárate

La navegación a vela, herencia de grandes personajes que recorrieron el mundo antiguo en base a la comprensión de los vientos, nudos y mareas. Es la aplicación de una técnica y un oficio históricamente perfeccionado en lugares remotos, indómitos y salvajes, aprovechando su energía y sus tiempos propios. Ese era el objetivo de esta expedición: aprovechar el mar para recorrer la zona de Chiloé Continental. Adentrarse en sus fiordos, bahías y playas, estrechando vínculos con las comunidades e iniciativas locales. Esto bajo el marco de un ambicioso emprendimiento de turismo sustentable de navegación, que busca rescatar la fascinante cultura y tradición de ribera propia de uno de los territorios mas deconectados y salvajes del país, la llamada «Patagonia Verde».

©Tomás Gárate
©Tomás Gárate

El entusiasta Moises y su yunta de bueyes… juntos nos explicaban una antigua ruta de 4 horas por el bosque siempreverde que llega a impresionantes geysers, alerces y termas naturales.

©Tomás Gárate
©Tomás Gárate

La falta de infraestructura portuaria dificulta y reduce las posibilidades de fondeo, sobre todo cuando las condiciones ambientales no son favorables… al mismo tiempo, es fundamental estar atento a las mareas: En esta zona, el nivel del mar baja sobre 6 metros de profundidad.

©Tomás Gárate
©Tomás Gárate
©Tomás Gárate
©Tomás Gárate

De paso por la Isla Huar, celebramos el 18 junto a lugareños haciendo un curanto al hoyo, pilar de la tradición culinaria chilota.

©Tomás Gárate
©Tomás Gárate
©Tomás Gárate
©Tomás Gárate

A primeras horas de la mañana entramos al Fiordo Quintupeu, escondite y guarida del mítico buque alemán Dresden de la primera guerra mundial. Una nube bajó a nuestro encuentro, calzando con el sol y con la calma del viento… el bosque celebraba con fuerza el inicio de la primavera.

En la desembocadura del Río Vodudahue, encontramos un elefante marino hembra, mamífero pinnípedo con dimorfismo sexual muy marcado y poco frecuente en mares internos y fiordos.

©Tomás Gárate
©Tomás Gárate
Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...