En un hecho histórico para la ciencia, la bióloga marina australiana Marianne Nyegaard descubrió una nueva especie de pez luna. Se trata de la primera especie nueva del género descubierta en más de 120 años y todo comenzó cuando en 2014 la bióloga marina recibió un llamado anunciándole sobre la varazón de varios ejemplares de pez luna en Nueva Zelanda.

Nyegaard, quien en los últimos años se encontraba realizando un estudio genético de la especie de pez luna Mola Ramsayi con muestras enviadas desde buques de pesca en Australia y Nueva Zelanda, había descubierto que entre sus registros se encontraba el ADN de una especie hasta ahora desconocida. «Yo no sabía cómo debía lucir y tampoco dónde encontrarla«, comentó al respecto Marianne Nyegaard. La posibilidad de conocer a la especie en vivo y en directo, llegaría al poco tiempo, cuando la alertaron de una varazón de peces luna en el área de Christchurch, Nueva Zelanda.

©Marianne Nyegaard
©Marianne Nyegaard

«Un residente me llevó en su auto a la playa y cuando llegamos, iluminó a los peces con los focos. Me quedé allí, bajo las estrellas, con el enorme pez tendido en la playa, un gigante perdido, a la vez triste y solitario, pero también hermoso, de la manera más extraña», cuenta Nyegaard.

Esta nueva especie sería bautizada como Pez luna burlador o Mola tecta e inscrito como especie en julio de este 2017 junto con la publicación del estudio en la revista Zoological Journal of the Linnean Society. Desde su primer contacto con la especie, Nyegaard junto a un equipo de científicos de Nueva Zelanda y Japón, ya han recogido datos de un total de 27 especímenes durante 4 años.

El primer ejemplar registrado en su ambiente natural, en Chañaral de Aceituno

(*El video fue grabado en 2015, cuando aún no se descubría que este pez pertenecía a una nueva especie conocida como Mola tecta)

Buscando en internet registros de esta nueva especie, Marianne Nyegaard se sorprendió al encontrar un video en el que aparecía este pez en su ambiente natural. Estas imágenes, las primeras que registraban a un ejemplar vivo de esta nueva especie, había sido grabadas por nuestro colaborador César Villarroel, instructor de buceo y documentalista chileno,en las aguas de Chañaral de Aceituno.

«Ella se comunicó conmigo y me preguntó si podía utilizar mis imágenes para la publicación científica y yo le dije que ningún problema», cuenta Villaroel que en más de una ocasión ha tenido la suerte de aportar un registro nuevo para la ciencia.

César, quien se ha dedicado a registrar e informar acerca de la rica biodiversidad en Chañaral de Aceituno y los alrededores de la Reserva Pingüino de Humboldt, nos cuenta que para él este caso representa «un ejemplo de cómo la fotografía y el video son una herramienta directa de apoyo para la ciencia. Para nosotros que nos dedicamos a la documentación submarina sobre todo en el área de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt y siempre estamos entregando distintos productos audiovisuales desde una perspectiva de ciencia ciudadana, ha sido un gran momento que al final nos deja una reflexión consciente: ¿En cuántos sitios que están en peligro o amenazados por mega proyectos, existen especies que no ha sido descubiertas como el caso del Mola tecta, o que han sido poco estudiadas, y que pueden perderse para siempre a costa de un desarrollo no sustentable en nuestro ecosistema, que arrasa con la biodiversidad sin contemplaciones?«. –Cabe recordar que en el sector aledaño de La Higuera, se estaba planificando el desarrollo del proyecto minero-portuario Dominga que este lunes fue rechazado por el Comité de Ministros–.

Mola tecta ©César Villarroel
Mola tecta ©César Villarroel

César además agrega que como sociedad «Debemos aprender a desarrollarnos sin destruir nuestro ambiente, esa es la clave de nuestro futuro, somos parte de la naturaleza, no estamos fuera, dependemos de ella y debemos invertir más tiempo y recursos en investigarla y conocerla».

Una especie importante para nuestros ecosistemas

El pez luna es uno de los peces óseos más grandes y pesados del mundo, llegando a medir en ocasiones hasta 3 metros de largo y pesar dos toneladas. Su dieta se compone principalmente de medusas, por lo que según la bióloga marina Marianne Nyegaard, podrían desempeñar un importante rol como controladores de sus poblaciones, sobre todo en un contexto actual donde la sobrepesca y calentamiento global favorecen el aumento de la cantidad de medusas en los océanos.

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