El cambio climático es una realidad y la llamada era geológica del Antropoceno ha llegado. Es en geología, la época que sucede al Holoceno, la actual época del período Cuaternario en la historia terrestre y la cual trasciende debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.

Las proyecciones para este período en nuestro país hablan de modificaciones sustanciales de nuestros climas: falta de humedad en la atmósfera, reducción de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas promedio entre 2 a 4° C, desde aquí al año 2100, polarizando aún más nuestros climas.

Calentamiento de Chile para 2099, datos CEPAL
Calentamiento de Chile para 2099, datos CEPAL

La meta del acuerdo de París firmado el año 2015, es frenar el aumento de la temperatura pronosticado para el planeta. Hoy cada chileno en promedio emite 4.66 toneladas de CO2 anuales, en Estados Unidos el promedio por persona es de 16.24, y la meta mundial es que, las emisiones por persona no sobrepasen las 5 toneladas de CO2 al año en promedio.

Con más del 70% de la población humana viviendo en ciudades para el 2050, la situación de éstas comienza a ser determinante. En posts anteriores hemos mencionado el tema de la “isla de calor urbana” UHIE, un fenómeno por el cual las áreas urbanas registran temperaturas más elevadas que las áreas rurales colindantes. El calor en el área urbana no es solo determinado por la radiación solar o las corrientes de vientos que llegan a la ciudad, sino que también por los tipos de suelos, diseño de las calles y construcciones, presencia y extensión de las áreas verdes y materialidades de edificios e infraestructura urbana.

Este nuevo escenario urbano y medioambiental, se ha visto traducido en nuestras ciudades en nevazones intensas, lluvias inesperadas, aluviones, inundaciones, desastres naturales, incendios, terremotos y los consecuentes problemas en el sistema de agua potable, eléctrico y de transportes.

Planificación urbana atingente

Es primordial que hoy en día las ciudades alrededor del mundo tengan la capacidad de prepararse, resistir y recuperarse frente a diferentes crisis. A esto se le llama resiliencia. La ciudad de Santiago a través de la Intendencia Metropolitana ha diseñado una estrategia de resiliencia basada en estos conceptos que plantea como visión que: “el modelo de desarrollo de Santiago sea uno a escala humana, en que ni el auto, ni el edificio, ni el interés económico predominen, sino las personas. Que la gente que vive la ciudad y la experimenta, sienta que Santiago se sueña, se planifica y se construye pensando en cada uno de ellos”.

©María José Pedraza para Marca Chile/Ladera Sur
©María José Pedraza para Marca Chile/Ladera Sur

Esta estrategia se ha estructurado en 6 pilares: Movilidad, Medioambiente, Seguridad, Gestión de Riesgo, Desarrollo económico y Competitividad y Equidad Social. En ellos se identifican planes, proyectos y programas prioritarios emblemáticos para su futura implementación.

Esta estrategia surge a partir del trabajo en conjunto con la red de 100 Ciudades Resilientes (100RC), un programa promovido por la Fundación Rockefeller que en el año 2014 seleccionó a la Región Metropolitana de Santiago para formar parte del grupo de 100 ciudades alrededor del mundo que trabajan en la construcción de resiliencia para enfrentar desafíos físicos, sociales y económicos del siglo XXI. Y tal como lo describen en su proyecto, la estrategia Santiago Humano y Resiliente no sólo busca superar las problemáticas estructurales o barreras de desarrollo que ha impuesto la falta de planificación en la RM, sino que busca fortalecer para 2041 «la capacidad de coordinación y promover una institucionalidad que sea capaz de articular a todos los actores y comunidades de manera de aprender de las lecciones del pasado, conocer los riesgos y sus raíces, reducir y mitigar sus eventuales daños y fortalecer la capacidad de recuperación para construir el Santiago del futuro».

©María José Pedraza para Imagen Chile/Ladera Sur
©María José Pedraza para Imagen Chile/Ladera Sur

En un país como el nuestro con una diversidad climática importante y con cambios inminentes en nuestras estructuras medioambientales, es fundamental que exista este tipo de planificación y estrategias urbanas. Ojalá más ciudades de nuestro país se propongan estrategias de resiliencia y planificación para enfrentar el futuro de la mejor forma y ofrecer a sus habitantes una mejor calidad de vida.

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