“Si un hombre se adentra en los bosques por amor a ellos cada mañana, está en peligro de ser considerado un vago; pero si gasta su día completo especulando, cortando esos mismos bosques y haciendo que la tierra se quede calva antes de tiempo, es un estimado y emprendedor ciudadano”
Henry David Thoreau

©Paulo Urrutia
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El valle del Ñuble, en la región del Biobío, queda cerca. A cuatro horas de Santiago, dos horas de Concepción y una hora de Chillán. Para muchos, es más accesible que la emblemática Patagonia.

Este valle es parte de la cuenca del río Ñuble, el cual nace en la ladera este de los Nevados de Chillán (3.212 m), en la cordillera de Los Andes. Las aguas color turquesa de este río, junto a los frondosos bosques de roble, lenga y ñirre que cubren sus montañas, conforman un majestuoso paisaje. Además de la belleza escénica de la zona, los ecosistemas de la cordillera de la región del Biobío poseen un gran valor ecológico debido a su alta biodiversidad, resultado de la transición entre dos tipos de bosque.

Por un lado se extiende el bosque esclerófilo, característico de la zona central de Chile, compuesto por boldo, maitén, peumo y quillay; por el otro comienza el bosque caducifolio del sur, con especies como el roble, canelo, coigüe y lenga, todas ellas vulnerables a la deforestación y posterior monocultivo, principalmente de pino radiata y eucalipto. Esta zona también alberga cientos de especies de aves, anfibios, reptiles y mamíferos, entre los que destacan el cóndor, el carpintero negro, el puma, el monito del monte y el huemul, este último en peligro de extinción. Los pocos sobrevivientes de este ciervo andino habitan sólo dos zonas en el planeta: el sur de Chile y Argentina y los Nevados de Chillán.

Balsas de rafting en el Ñublefest. ©Paulo Urrutia
Balsas de rafting en el Ñublefest. ©Paulo Urrutia

Por todo esto es que el origen, y gran parte del cauce superior del río Ñuble, forman parte del Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja, declarado en 2011 por la UNESCO como Reserva de la Biósfera, lo cual representa un enorme potencial para el desarrollo cultural y ambientalmente sostenible de la zona.

Esta reserva, de importancia mundial, incluye el territorio de nueve comunas, entre ellas casi la totalidad de San Fabián de Alico. Este pequeño pueblo cordillerano, cuna del antipoeta Nicanor Parra, posee poco más de 2 mil habitantes y presenta una economía basada principalmente en la ganadería ovina, la agricultura orgánica y el ecoturismo, llevado a cabo en el río y los cerros aledaños, con actividades como la escalada, el trekking y el rafting. Sin embargo, a pesar del pujante desarrollo local, actualmente existen dos megaproyectos hidroeléctricos que amenazan la libertad del río Ñuble, la frágil biodiversidad local y los beneficios económicos del turismo en la zona. Estos proyectos son el embalse Punilla y la central de pasada Hidroñuble, los cuales pondrán en riesgo el último hábitat de la población de huemules en la zona, la con mayor grado de aislamiento y la única en Chile que no habita el extremo sur del país.

©Paulo Urrutia
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La central hidroeléctrica Hidroñuble, que ya está en construcción, es propiedad de la empresa Eléctrica Puntilla. El proyecto consiste en una central de pasada, cuya represa, bocatoma y embalse se emplazarán en el sector El Caracol, desde donde se desviará el agua del río por medio de un canal de aducción que correrá 20 kilómetros por la ladera del cerro antes de ser devuelto al río. Ya ha comenzado las construcciones del canal y se ha talado parte del bosque nativo de la zona sin contar con Planes de Manejo de Corta y Reforestación. Además, Hidroñuble tendrá una “pequeña represa” construida para regular el flujo del agua que inundará una superficie de 24 hectáreas (alrededor de 24 estadios de fútbol).

©Paulo Urrutia
©Paulo Urrutia

El segundo proyecto, de mayor envergadura, proviene del Estado chileno y se encuentra aún en plena licitación. Se trata de un embalse multipropósito, para regadío y generación hidroeléctrica, que estará emplazado 30 kilómetros aguas arriba de San Fabián. La represa del embalse, construida en hormigón armado, tendrá una altura de 136 metros (más alto que la Torre Entel) y 500 de ancho. Este embalse inundará un total de 1.700 hectáreas, de las cuales 700 son de bosque nativo, afectando a más de 130 familias que serán desplazadas de sus hogares.

Estos proyectos prometen nuevos caminos, trabajos y turismo, pero la experiencia demuestra que los trabajos son sólo temporales y de baja calidad, mientras que el turismo, que actualmente está en auge en la zona por el carácter prístino y salvaje del paisaje, se perderá con la construcción de las centrales hidroeléctricas. Ante esto, el Movimiento por la defensa del Río Ñuble se ha convertido en un firme opositor y fiscalizador de todo este proceso. Ya han ingresado cinco acciones legales contra la central para, entre otras medidas, solicitar la revisión de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que autorizó la construcción del proyecto. Además, el movimiento llama la atención sobre la inestabilidad volcánica de la zona, recalcando la reciente erupción del volcán Chillán, lo cual hace insegura la construcción de ambos proyectos.

Nos parece importante detenernos y repensar si verdaderamente este es el tipo de desarrollo que queremos. Por ello, los invitamos a conocer el valle del Ñuble, informarse y colaborar con los habitantes de San Fabián de Alico para resguardar los ríos libres, ya escasos en la Región del Biobío. En este sentido, sin desmerecer la belleza de la Patagonia, tengamos cuidado con sólo mirar lejos hacia el sur, mientras nos destruyen lo que nos queda cerca.

A continuación pueden disfrutar de una serie de fotografías del grupo de Bestias del Sur Salvaje.

Desde el río, desde el kayak, la mirada hacia el valle del Ñuble.

Ganadería ovina en San Fabián de Alico. ©Paulo Urrutia
Ganadería ovina en San Fabián de Alico. ©Paulo Urrutia
Construcción de la represa Hidroñuble en el sector El Caracol. ©Paulo Urrutia
Construcción de la represa Hidroñuble en el sector El Caracol. ©Paulo Urrutia
©Paulo Urrutia
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El cerro Alico le da nombre al pueblo: San Fabián de Alico. ©Paulo Urrutia
El cerro Alico le da nombre al pueblo: San Fabián de Alico. ©Paulo Urrutia

Fuentes consultadas

Chile Sustentable
Kallwe Gráfica y Autogestión
Ñuble Libre

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