Hace exactamente una semana finalizó el evento internacional más importante en materia de protección de los océanos: el  IV Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC 4), que se realizó entre el 4 y 9 de septiembre en La Serena Coquimbo, y hoy queremos contarles acerca de las grandes lecciones que este evento dejó no sólo a Chile, sino al mundo.

Con una convocatoria que reunió a los mayores expertos en conservación de los océanos, ONG’s y representantes de comunidades locales, el IMPAC 4 se convirtió en un gran llamado de atención no sólo a proteger nuestros océanos, sino que a trabajar en conjunto con las comunidades locales, a concientizar a los jóvenes sobre la importancia de estos –y otros– ecosistemas y sus recursos naturales, y a unir fuerzas.

Aquí, un resumen de las principales lecciones que nos dejó este congreso:

1. Pensemos en el futuro

Sylvia Earle en la sesión plenaria del día martes 5 de septiembre ©IMPAC4
Sylvia Earle en la sesión plenaria del día martes 5 de septiembre ©IMPAC4

Dentro de las principales ideas desarrolladas durante el IMPAC 4, destacó la necesidad de comenzar a mirar hacia el futuro y empoderar a las generaciones más jóvenes; de valorar los servicios ecosistémicos más allá de la valoración económica.

«La información que conocemos hoy sobre la importancia de proteger los ecosistemas, y que no teníamos hace medio siglo atrás, nos da la oportunidad de aplicar el conocimiento para cambiar nuestro destino. Necesitamos a los océanos para nuestra vida, pero no nos damos cuenta. Solo medimos su valor por los peces que sacamos de él, los peces muertos. Entiendo que esto se importante para muchas personas, pero se tiene que respetar la fuente de recursos y no usarla indiscriminadamente como si solo tuviera un valor monetario. Necesitamos a la naturaleza, pero la tenemos que respetar”, señaló al respecto Sylvia Earle, destacada oceanógrafa estadounidense.

John Armor, Director de la Oficina Nacional de Santuarios Marinos del NOAA, Estados Unidos, enfatizó que la protección no es tanto para las actuales generaciones, sino para las que vienen, de ahí que trabajar con la juventud e involucrarlos es crítico para las áreas marinas protegidas.

Mariasole Bianco  de IUCN-WCPA Young Proffesionals, a su vez enfatizó que “Hay que cuidar que los jóvenes mantengan su motivación inicial para el cuidado de los océanos, empoderarlos, trabajar juntos de forma intergeneracional, para el futuro de nuestro planeta”.

Mientras que Patricia Majluf, vicepresidenta para Perú de la organización Oceana, dijo que “Tendrán que aprender que esta fuente de recursos es al mismo tiempo un área que se debe proteger”.


2. Trabajemos con las comunidades locales

Isla Robinson Crusoe, que forma parte del archipiélago de Juan Fernández Cristóbal Correa
Isla Robinson Crusoe, que forma parte del archipiélago de Juan Fernández Cristóbal Correa

El IMPAC4 también centró la discusión en la importancia de un rol activo de las comunidades en la gestión de las áreas marinas protegidas. Dentro de esta temática, destacaron los casos chilenos de Juan Fernández y la localidad de Raúl Marín Balmaceda, en la Región de Aysén, en donde las comunidades locales han liderado las acciones de conservación o pesca sostenible.

Felipe Paredes, ex alcalde del Archipiélago de Juan Fernández (Chile), recordó que: “Somos la primera comunidad no originaria en autoimponerse medidas de gestión. Nuestra regla es acuerdo con sentido común y por eso decidimos no pescar mar adentro, porque teníamos suficiente con la pesca realizada en las 24 millas desde la orilla. La verdadera dificultad fue convencer a las autoridades y no al interior de la comunidad”.

“Tenemos la responsabilidad de contribuir y la recuperación de Juan Fernández es una esperanza para ello. Nuestro planeta nos está hablando. Todos somos isleños porque no podemos escapar de este planeta. Necesitamos sanarlo y el enfoque para ello deben ser las alianzas, partiendo por preguntar a las comunidades cómo es posible ayudarlas, son ellas las que mejor saben qué dirección deben tomar nuestras acciones”, finalizó.

A su vez, los distintos actores que participan en el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) “Pitipalena-Añihué”, creada el año 2014 en la localidad de Raúl Marín Balmaceda, en la Región de Aysén, expusieron un trabajo pionero, donde por primera vez en Chile las organizaciones locales se involucran en el diseño del plan de gestión de un área protegida. Para ello, los casi 200 habitantes de la zona crearon una fundación dedicada a esta tarea.


3. Creemos áreas protegidas reales y no de papel

©NOAA
©NOAA

Los Parques Marinos, Reservas Marinas y Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos, son excelentes herramientas para proteger los ecosistemas marinos y la diversidad de especies, sin embargo éstos sólo serán realmente efectivos si se mantiene una gestión adecuada que incluya monitoreos, el financiamiento adecuado, la investigación, el trabajo de los guardaparques y fuertes estrategias de educación y sensibilización hacia todos los públicos.

Aulani Wilhelm, vicepresidenta senior del Centro para los Océanos de Conservation International, señaló al respecto que «el manejo es clave. No es suficiente declarar AMP si no las manejamos efectivamente, no queremos parques de papel» y agregó que es necesario «trabajar en conjunto con otros países».

Por su parte John Tanzer, Director del Programa Marino de WWF Internacional,  indicó que los temas clave que determinan el manejo efectivo son, entre otros, tener finanzas sustentables; cumplimientos legales; involucramiento de las comunidades; educación y sensibilización. “El monitoreo y la evaluación son otros aspectos críticos», agregó.


4. El cambio climático es real

Otro de los puntos importantes que fueron tratados durante el congreso fue la existencia del cambio climático y sus consecuencias para estos ambientes, en donde ya se ha visto cómo ha comenzado a incidir en la acidificación de los océanos, afectando la vida en ellos, entre otras cosas.

El científico y especialista en cambio global de la Universidad de Edimburgo, Alexander Tudhope, señaló, que el cambio climático es algo que realmente está ocurriendo y lo que se observa en términos de aumento de temperatura y acidificación del mar, es parte de lo que se predijo años atrás. “La variabilidad climática en la Tierra tiene mucho que ver con las interacciones entre océano y atmósfera en el Pacífico del Caribe, pero tiene consecuencias globales. Hemos tenido tres fenómenos del niño monstruosos en los últimos 40 años, son patrones excepcionales e inusuales de los últimos siglos y estamos viendo sistemas que están siendo desafiados como nunca antes, lo que tiene un impacto en los ecosistemas”.


5. La lucha por la conservación de los océanos es una necesidad global y la colaboración entre países, elemental

Ballena fin ©César Villarroel
Ballena fin ©César Villarroel

Sylvia Earle, fue uno de los muchos expertos que enfatizó en la necesidad de trabajar con personas de todo el mundo para mantener la integración del planeta. “Tenemos que pensar en grande, mucho más grande que lo que se ha pensado antes. Hay un largo camino para recorrer para lograr un 30% de las áreas marinas protegidas de aquí al 2030″, dijo la oceanógrafa.

Por su parte Sandra Bessudo, Fundadora y Directora Ejecutiva de Fundación Malpelo, Colombia, dijo que: “Lo que no se comparte no existe, por eso es necesario una coordinación intersectorial e interinstitucional entre gobiernos, científicos, y las personas, y generar un financiamiento adecuado para suplir las falencias”.

Ahora nos queda ver cómo estaremos para el próximo IMPAC 5, que se realizará en cuatro años más en Canadá.

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