Las islas océanicas de Pascua y Sala y Gómez están ubicadas en el océano Pacífico, separadas por una distancia de 415 km. Son las dos únicas cimas visibles de una cadena de islas, ahora sumergidas, también llamadas montes submarinos que albergan una biodiversidad marina única con altos niveles de endemismo debido a su aislamiento.

De hecho, tanto la isla de Pascua como la isla Sala y Gómez cuentan con los grados de endemismo más altos registrados en islas oceánicas en el mundo, que corresponden a un 77% de los peces en isla de Pascua y 73% en Sala y Gómez.

©Oceana/Eduardo Sorensen
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Estas características hacen de la fauna submarina de estas islas chilenas un patrimonio único e irreemplazable, sobre todo si se toma en cuenta que estos ecosistemas aún no han sido explorados en su totalidad.

Una expedición reciente en isla de Pascua realizada por científicos de la Academia de Ciencias de California y de la U. Católica, descubrió 5 nuevas especies, cuatro tipos de peces y un erizo, cuando estaban explorando los arrecifes a 120 metros de profundidad. Se trataba de la primera expedición que logró llegar a esta profundidad en buceo autónomo, gracias a equipos especializados, ya que los estudios anteriores sólo habían llegado a los 40m.

Un hallazgo importante

©Oceana/Eduardo Sorensen
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En febrero-marzo de 2011 Oceana junto a National Geographic, en colaboración con la Armada de Chile, realizaron una expedición científica que permitió aumentar considerablemente el conocimiento de la vida marina del Parque Marino Motu Motiro Hiva (alrededores de Sala y Gómez) e isla de Pascua. Se trató del primer estudio cuantitativo en la zona y se llevó a cabo en buceo autónomo en los primeros 40 metros de profundidad, utilizando un robot submarino hasta los 300 metros, y cámaras autónomas (“drop-cams”) hasta los 1.850 m.

Gracias a esta expedición, obtuvieron imágenes inéditas de los montes submarinos que conectan ambas islas y descubrieron que en ellos habita una rica comunidad de peces en donde el 46% de las especies es endémica, incluyendo una especie en ese entonces nueva para la ciencia: Chromis sp. nov.

©Oceana/Eduardo Sorensen
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Pero este estudio permitió además descubrir que si bien los corales de ambas islas se encontraban en un estado de conservación excelente, la isla de Pascua contenía una biomasa de peces tres veces menor a la de Sala y Gómez, esto mismo ocurría con la presencia de grandes depredadores como los tiburones donde si bien en Sala y Gomez estos abundaban representando el 43% de la biomasa de peces arrecifales, en isla de Pascua, éstos y otros grandes depredadores eran muy escasos; y la historia se repetía con las grandes langostas y cigalas, prácticamente inexistentes en isla de Pascua. La conclusión a la que llegaron los científicos y que podría explicar estos resultados, era que probablemente se debía a la sobrepesca.

En el video: Algunas de las especies registradas por Oceana durante la expedición científica.

Principales amenazas

©Oceana/Eduardo Sorensen
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Lamentablemente, el mar de Rapa Nui hoy se encuentra amenazado principalmente por la pesca industrial ilegal –sobrepesca–, y la contaminación por plásticos, los cuales están provocando un deterioro en la salud de los ecosistemas marinos y las especies que allí conviven. Así por ejemplo, los pescadores de Rapa Nui ya han notado una evidente disminución de especies como el atún y el pez espada.

Un estudio reciente arrojó que en sólo 9 meses se detectaron 73 barcos extranjeros sospechosos en el mar patrimonial chileno alrededor de isla de Pascua, el que sólo puede ser usado por naves nacionales que se dedican a la pesca.

Solo uno de estos buques puede llegar a pescar 540 toneladas por temporada, lo que corresponde a todo lo que se pesca en un año en la isla. Sobre esto Ludovic Burns Tuki, director ejecutivo de La Mesa del Mar, una organización nacida en 2014 que agrupa a pequeñas asociaciones locales, añade: “La pesca ilegal extrae 306.000 toneladas al año en la zona. Un solo barco saca 549 toneladas de atún”.

Otra de las grandes problemáticas que enfrenta la isla es la contaminación. La isla está en el paso de las corrientes marinas que arrastran el plástico de alta mar proveniente de otros continentes y de la llamada “isla de plástico” del Pacífico Sur, contaminando todo el ecosistema. A medida que pasan los años, estos plásticos van fragmentándose hasta llegar a micropartículas que luego son consumidas por diversos animales.

Especies amenazadas de Isla de Pascua

©Oceana/Eduardo Sorensen
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Entre las especies amenazadas del borde costero se pueden encontrar:

  • Nanue (pez timón)
  • Ura (langosta)
  • Rarape (sigala Rapa Nui)
  • Uhu Hanga (pez loro)
  • Koiro (congrio)
  • Ruhi (pompano negro)
  • Po’o po’o (jurel)
  • Heke (pulpo)
  • Marari (labro azul)
  • Taka tore (erizo)
  • Siera
  • Pure

En alta mar, entre las especies amenazadas por la pesca industrial están:

  • Atún de aleta azul
  • Mahi mahi (dorado)
  • Toremo (palometa)
  • Kana kana (baracuda)
  • Ivi heheu (marlín)
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