El agua es quizás uno de los recursos más importantes, clave para el desarrollo de la vida en todas sus formas. Y es en lugares extremos, como el altiplano, donde la dependencia al agua se hace más evidente. En el altiplano, entre un tapiz de interminables pampas vigiladas por cerros, la tierra deja entrever manantiales desde los que emana el agua, indispensable para la vida. Bofedales, vegas y quebradas son entonces los lugares donde se congrega la mayor parte de la biodiversidad altoandina. Lugares que por lo tanto adquieren un altísimo valor para la conservación de la biodiversidad.

Vista de la reserva hacia la cordillera ©Nicolás Lagos
Vista de la reserva hacia la cordillera ©Nicolás Lagos

Ubicada a unos 60 km al norte del poblado de San Pedro de Atacama, en la Región de Antofagasta, la Reserva Natural Puritama se sitúa como un oasis en medio de la sequedad del desierto. Con una quebrada que aparece a los pies del cerro Jorquencal, desde donde nace una fuente de agua que recorre unos 16 kilómetros hasta llegar al sector de Guatin, pasando por las Termas de Puritama, y con una superficie aproximada de 8.446 hectáreas, Puritama se convierte en la reserva privada de mayor tamaño del norte de Chile.

Esta reserva, propiedad de Explora, compañía de viajes y exploraciones que opera un hotel en San Pedro de Atacama, nace como una manera de integrar la actividad turística con la protección y conservación de los paisajes, ecosistemas y riqueza cultural del lugar en que opera turísticamente. Se trata de una iniciativa que busca también involucrar a los visitantes no sólo en la exploración del destino turístico que visitan, sino también haciéndose parte e involucrándose en su conservación.

Vista de la Reserva Natural Puritama ©Nicolás Lagos
Vista de la Reserva Natural Puritama ©Nicolás Lagos

Aquí la flora y fauna no fueron las únicas que supieron aprovechar las favorables condiciones presentes en la quebrada de Puritama. Con una ocupación humana de larga data, evidenciada a partir de una gran cantidad de asentamientos y hallazgos arqueológicos, Puritama se presenta como una reserva con un alto valor cultural.

Moledor de granos. ©Nicolás Lagos
Moledor de granos. ©Nicolás Lagos

Partiendo hace miles de años, tribus de cazadores-recolectores, agricultores, ganaderos han utilizado la quebrada para su subsistencia. En su largo recorrido hasta Guatin, es posible observar aleros para guarecerse, parapetos utilizados para cacería de camélidos, terrazas de cultivo y corrales que dan cuenta de la domesticación de ganado. Ocupación que en épocas posteriores han dado paso a su utilización por parte del imperio inca, lo que ha quedado evidenciado a través del hallazgo de un camino probablemente incaico, y a una utilización más reciente ligado a actividades como la extracción de azufre de volcanes aledaños.

Puritama y su rica biodiversidad

Vicuñas. ©Nicolás Lagos
Vicuñas. ©Nicolás Lagos

La flora de la reserva es característica de las ecorregiones altoandina y puneña, y muchas de las especies presentan un importante valor cultural, incluyendo plantas medicinales, ceremoniales, comestibles o utilizadas para la construcción o forraje. Entre estas últimas destaca el cardón (Echinopsis atacamensis), cactácea que además impresiona por su tamaño, llegando a medir hasta 6 metros de altura. Su madera fue empleada para la fabricación de vigas para techos, puertas y ventanas.

Cardón. ©Nicolás Lagos
Cardón. ©Nicolás Lagos

Al visitar la iglesia del poblado de San Pedro de Atacama es posible ver la utilización del cardón para este fin. La llareta (Azorella compacta) es otra especie, aunque menos común de ver en el área, producto de que fue extraída de manera intensa por su alto potencial como combustible, utilizada en el pasado para hornos de panaderías en Calama y para la industria del cobre en Chuquicamata. Esta especie tiene además un valor como planta ceremonial, utilizada en sahumerios, y también como planta medicinal, usada para combatir enfermedades respiratorias y estomacales, además de controlar la diabetes.

Llareta Azorella compacta. ©Nicolás Lagos
Llareta Azorella compacta. ©Nicolás Lagos

Diversas especies de tola y gramíneas como los coirones son de vital importancia como forraje para la fauna de herbívoros, transformándose en un cimiento fundamental para la mantención de la comunidad animal del área.

La fauna presente en la Reserva Natural Puritama tampoco deja de sorprender. En el tope de la cadena trófica, es posible encontrar a las tres especies de felino presentes en el altiplano: el gato andino (Leopardus jacobita), gato colocolo (Leopardus colocolo) y el puma (Puma concolor), además del zorro culpeo (Lycalopex culpaeus).

Resplandeciendo con un verde intenso entre las rojizas rocas de la quebrada es posible divisar bandadas de periquitos cordilleranos (Psilopsiagon aurifrons) la única especie de loro posible de avistar en el altiplano. En las zonas altas, alejados de las quebradas y con un camuflaje casi perfecto, los suris (Rhea pennata tarapacensis) se hacen ver sólo cuando corretean aleteando por las extensas pampas. Y por su elegancia, siempre llama la atención la vicuña (vicugna vicugna), la que comparte su hábitat con otro camélido de mayor tamaño, el guanaco (Lama guanicoe).

Periquito Cordillerano. ©Bernardo Segura
Periquito Cordillerano. ©Bernardo Segura

Si ponemos atención y desviamos la mirada hacia el suelo un nuevo mundo se manifiesta ante nosotros. En este mundo los lagartos como la lagartija de Fox (Liolaemus foxi) o la de Puritama (Liolaemus puritamensis) parecen gigantes, y los anfibios como el sapo espinoso (Rhinella spinulosa) o la rara rana de Vilama (Telmatobius vilamensis), perteneciente a un género específico de anfibios altoandinos, son los señores de los arroyos en Puritama.

Lagartija de Puritama. ©Nicolás Lagos
Lagartija de Puritama. ©Nicolás Lagos

Pasando algo más desapercibidos, los insectos como las trabajadoras hormigas o camuflados como una rama, los Proscópidos sólo se dejan ver ante los ojos más curiosos y pacientes. Otros insectos como los Solífugos, un grupo de arácnidos que, como su nombre lo dice, “huyen de la luz del sol” y al menos tres especies aún no descritas para la ciencia terminan de completar la intrincada red de la vida en la Reserva Natural Puritama. (Casi) toda ella, presente gracias al agua, que transparente y con una voz musical, fluye y deja fluir la biodiversidad en medio de la aridez del desierto.

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