La ciudad de Santiago cuenta con 26 Cerros Isla inmersos en la trama urbana, los que le otorgan un sello único y un potencial de desarrollo urbano del cual nos tenemos que sentir privilegiados. Estos son:

Los cerros, en su mayoría, han permanecido como espacios abiertos dentro del territorio construido y si bien muchos se encuentran con un alto nivel de degradación, aún conservan ecosistemas propios del valle de Santiago. Esta condición se debe a que han sido designados (algunos en su totalidad, otros sólo parte de ellos) como áreas verde por el Plan Regulador Metropolitano. Sin embargo, son sólo algunos pocos los que se han consolidado como tal. El cerro Santa Lucía o el cerro San Cristóbal son dos casos emblemáticos de cerros-parque que han demostrado ser un aporte para la calidad de vida de nuestra ciudad.

La consolidación de los cerros isla como parques naturales sería un aporte concreto en la búsqueda de crear una ciudad más equitativa y con una mejor calidad de vida, especialmente en aquellas comunas con un déficit de áreas verdes. Su consolidación traería beneficios tanto ecológicos como sociales. Brindarían a la ciudad servicios ecosistémicos, como la descontaminación del aire, absorción de aguas lluvias y disminución de las islas de calor, y a la vez, le otorgarían a los ciudadanos espacios de gran tamaño para hacer deporte, recrearse, sociabilizar y estar en contacto con la naturaleza.

En los últimos años, hemos observado cómo los Cerros Isla de Santiago han logrado posicionarse dentro de la discusión política, académica y ciudadana. Si bien siempre han sido parte de nuestra geografía, hoy día se les pone la vista encima, se reconoce su valor y el aporte que podrían generar para hacer de Santiago una ciudad más equitativa y saludable. El 2014 especialmente fue un año de grandes acontecimientos para los Cerros Isla. Por un lado se aprueba la modificación de la Ley General de Urbanismo y en paralelo, la Intendencia se compromete a ejecutar un proyecto de cerro-parque, siendo el cerro Chena elegido mediante un concurso para convertirse en el próximo Parque Metropolitano de la ciudad.

Respecto a la Ley General de Urbanismo, su importancia radica en que gracias a ella los cerros vuelven a ser terrenos de utilidad pública, quedando protegidos de la inminente presión inmobiliaria. Si bien los cerros habían permanecido protegidos por normativa, por un momento estuvieron a punto de perder su condición de área verde designada por el PRMS. Entre el 2004 y el 2009 los cerros se encontraron vulnerables a un cambio de uso de suelo luego de la modificación del artículo 59 de la Ley General de Urbanismo y Construcción. Existió la posibilidad de que los cerros se vieran construidos por completo. Afortunadamente en octubre del 2014 se logró revertir la modificación. Actualmente los cerros vuelven a estar protegidos, pero como nos demuestra la historia, no es para siempre. Las leyes y las normativas pueden cambiar. El riesgo que se corrió fue una advertencia de lo que puede suceder si no se consolidan a tiempo las áreas verdes designadas por los PRMS. Si bien parte de algunos cerros se vieron perjudicados, aún contamos con 26 cerros isla para hacer 26 pulmones verdes para nuestra ciudad. Esta historia no se cuenta dos veces.

Otro de los grandes logros del año 2014 fue el compromiso de la intendencia de Santiago de consolidar un cerro parque. En marzo del 2014 el recién asumido Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, manifiestó su interés por desarrollar el próximo cerro, tal como lo había hecho Benjamín Vicuña Mackenna con el cerro Santa Lucía en 1870 o Alberto Mackenna, 30 años después, con el cerro San Cristóbal. Con ese objetivo, a finales de agosto, la Intendencia lanzó el concurso “Iniciativas para cerros isla en la región Metropolitana” el cual buscó elegir a un cerro isla para convertirse en el próximo cerro parque. El cerro Chena fue el ganador de este concurso mediante el cual 58 ha del cerro se convertirán en un próximo parque metropolitano. La Intendencia desarrollará un proyecto acabado durante el 2015 y la consolidación de la primera de 8 etapas durante el 2016. A su vez se comprometió con la construcción de un funicular para el cerro Renca, el cual obtuvo el segundo lugar. Otro logro para los Cerros Isla de Santiago.

© Guy Wenborne
© Guy Wenborne

El desafío ahora es hacer del cerro Chena un proyecto exitoso, un proyecto modelo que impulse la consolidación de nuevos parques en los cerros; que cuente con un modelo de gestión adecuado, un plan de mantención acorde a los recursos, un proyecto de paisaje que se vincule a una matriz ecológica mayor poniendo en valor nuestro paisaje nativo. Un proyecto con sentido de lo público y que busque la apropiación del territorio por parte de la comunidad. En definitiva, un proyecto que conlleve a una mejor calidad de vida.

No creemos que los Cerros Isla sea un tema de moda, sino más bien el despertar de una nueva conciencia que ve a la ciudad como parte de un territorio. Es entender que la ciudad no es sólo el manto construido, sino también lo que se deja de construir: los ríos y sus cauces, el pie de monte y las quebradas, los humedales, etc. Los sistemas naturales le brindan un sinfín de servicios ecosistémicos que logran hacer de la ciudad un organismo vivo y sano, capaz de adaptarse a los cambios y el paso del tiempo. Esperamos que la revocación del articulo 59 y la consolidación del cerro Chena sean sólo los primeros pasos de un proceso mucho mayor.

Links relacionados:

http://www.intendenciametropolitana.gov.cl/n7248_07-01-2015.html

http://atisba.cl/wp-content/uploads/2013/12/Reporte-Atisba_Art59.pdf

http://www.ellapicero.cl/verde-oscuro-alcalde-guevara-en-tela-de-juicio-por-voltereta-en-cerros-islas/

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