©Ángela Ibáñez
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Tuve la oportunidad de visitar el Adventure Playground ubicado en Berkeley, California. Un espacio donde los niños han construido sus propias estructuras de juego, desde 1979.

Este es un espacio donde la creatividad, libertad y riesgo dan forma al paisaje de juego. En el Adventure Playground constantemente se escucha el ruido de los martillos, risas y gritos. Estructuras de madera, botes, cuerdas, ruedas y antiguos instrumentos musicales integran este espacio de 4.000 m2, donde los niños construyen y se divierten, agregando nuevos elementos a las estructuras de juego ya existentes. Así, colectivamente, los niños arman y desarman sus propios mundos.

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Este campo de juegos, no se rige por normas de seguridad. Éste es un espacio vivo, donde los niños concentradamente construyen y alegremente juegan. A los que quieren construir, los tutores les entregan martillos, serruchos y pinturas, los otros libremente pueden rodar en barriles plásticos por una loma, lanzarse por los aires en canopi o trepar por las casas y estructuras de madera.

Es interesante observar como los niños martillan, pintan y manejan un serrucho, los infantes evalúan el riesgo, ponen sus propios límites y ganan confianza en sí mismos.

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Visité este sitio con dos sobrinos, de 2 y 6 años. Me impresionó la cantidad de tiempo que se quedaban explorando y jugando en una de las casas-estructuras de madera. Recorrer las casas es un ejercicio desafiante porque cada rincón es distinto a otro, cada uno sorprende a los niños de diferente manera, en algunos rincones tienen que hacer equilibrio para poder atravesar, en otros deben estirarse y trepar para pasar un muro, en otras deben agacharse y también hay espacios para descansar. Este tipo de estructuras exige a los niños estar atentos, concentrados y alertas, esas exigencias comprometen a los niños con el juego y los entretiene.

El concepto de los Adventure Playgrounds nace en 1931 cuando el arquitecto del paisaje danés C. Th. Sørensen, se da cuenta que los niños prefieren jugar en todas partes menos en sus espacios de juego. Entonces se propone crear un espacio donde los niños puedan dar lugar a sus sueños, imaginar una realidad y dar forma a sus propios juegos. El primer Adventure Playground tuvo lugar en Dinamarca, en 1943.

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Actualmente los Adventure Playgrounds están ganando popularidad y se están abriendo nuevos campos de juego. Roger Hart, experto en juegos infantiles y profesor de psicología ambiental, explica que el éxito de estos espacios puede fundamentarse en la actual pérdida de autonomía de los niños en desarrollar sus propias actividades. Los Adventure Playgrounds por el contrario, celebran la autonomía de los infantes y confían en que ellos saben mejor que nadie cómo divertirse.

Les dejamos un documental que muestra estos campos de juegos en sus inicios:

Mi visita al Adventure Playground fue gracias al apoyo de Fundación Mustakis, a través de la beca Aporte País a la Fundación Patio Vivo, donde promovemos el juego libre de los estudiantes.

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