Chiloé, la Gran Isla, tuvo una existencia separada y semiolvidada durante siglos. Sus 180 kilómetros de largo la convierten en una de las islas de mayor dimensión de Sudamérica, después de Tierra del fuego. El hombre se instaló en este archipiélago desarrollando actividades propias de la tierra y el mar. El origen del pueblo chilote deriva de la fusión entre la cultura española y la huilliche. Eternamente dominada por las lluvias, estuvo cubierta de espesas selvas que han dado paso a pasto para el ganado.

Es un destino perfecto para sacar espectaculares fotografías ya que el clima cambia constantemente y la luz que aparece es la más apropiada. Aquí les dejo una imagen que tomé que representa lo fuerte de sus colores y relieves.

¿Quién fue este verano?

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